domingo, 30 de septiembre de 2012

¡Basta de "no te escucho"!

Una de las peores costumbres habituales entre los periodistas de radio, locutores y casi toda clase de personas, es repetir ¡"no te escucho"! o "¿me escuchás "? Es un error del uso del verbo que debe corregirse, porque "escuchar" es prestar atención. Lo correcto es decir "no te oigo" o "¿me oís?" en caso de una mala comunicación.
"No te escucho" es faltarle al respeto a otra persona, casi como decirle "no me interesa lo que estás diciendo". Es la misma diferencia entre "ver" y "mirar".
Uno ve porque tiene ojos, pero si mira, es porque está prestando atención a lo que ve.
De paso, se falta "al respeto" y no "el respeto". Como se falta "a la verdad".

sábado, 29 de septiembre de 2012

Juan Laurentino Ortiz, poeta, autor de "El Gualeguay"

Difícil presentar y describir a un personaje como Juan L. Ortiz, "Juanele", como lo llamaban. Poeta mayor y olvidado, solitario, aislado y como ausente de la realidad cotidiana, este entrerriano nacido en Puerto Ruiz (puerto de la ciudad de Gualeguay) en 1896 y muerto en Paraná en 1978, vivió para escribir su poesía. El largo poema "El Gualeguay", que conforma un libro y contiene gran parte de su obra, se sostiene con el paisaje y el fluir del río que lo vio nacer. A lo largo de sus versos nada sencillos se vislumbra la historia del país desde el punto de vista del río. Muy joven, Juanele decide bajar a Buenos Aires en busca de no sabe bien qué. Casi no hay testimonios de su pasaje por la Capital, aunque Salvadora Medina Onrubia (que luego sería la mujer de Natalio Botana, el legendario dueño del diario Crítica) publicó en la revista Fray Mocho en 1914 el siguiente texto: "He aquí un muchacho criollo, valeroso y temerario, que sintiéndose artista y queriendo triunfar, abandona Entre Ríos, su provincia natal, y sin más patrimonio que una delirante fe en sí mismo, se viene a Buenos Aires a vivir...¿A vivir de qué? A vivir ¡qué ironía!, de sus dibujos y de sus poesías. No tiene dinero, sale del Paraná. Primero a caballo, enseguida a pie, luego a nado y por fin, en bote...Así pudo llegar a Buenos Aires. Se llama Juan Ortiz. Es un muchacho triste, está solo, pero es de los que llegan".
 "El Gualeguay" es el poema más extenso de Ortiz, solo puede ser comprendido como una poética que incluye un proceso sin fin de la poesía a través del paisaje y un infinito amor a su tierra, a la fauna y a la corriente incesante, interminable, como sus versos.

"Pero las miradas del río, casi a todo su largo,
dijeran los reflejos, a su vez, de la primera nobleza bípeda,
en unos asombros de aceituna...
Eran esas las criaturas que secretamente esperaba
para abrir las "leyes" del sacrificio?
Sí, eran una sola cosa con los follajes, y las ramas, y las hierbas,
y lo que latía debajo de las hierbas..."

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Una profunda frase de Eduardo Mallea

"Me levanté en espíritu y abrí los ojos sobre esa realidad. Me sentí extrañamente lleno de angustia y furia. Me llené de desprecio y amor. Creí haber llegado a un momento fértil de mi vida, a ese en que el torbellino del alma nos dice cuáles son nuestros odios fuertes, cuáles nuestros amores fuertes, qué es lo que llevamos en nosotros frágilmente y qué lo inconmovible, lo rudo, lo perdurable, qué es lo que llevamos hecho ruina y qué lo que llevamos de naturaleza imbatible. Y estaba ahí circundado por los dos países, aquel contra el que me levantaba, en el que no me resignaba a vivir, aquel del que quería conservarme inexorablemente alejado; y el otro, el creador, el país verdadero, el país mío, mi país, mucho más fuerte que el otro, como son más fuertes que la ola externa las corrientes de profundidad".

(Eduardo Mallea, "Historia de una pasión argentina"). La primera edición fue publicada por la Editorial Sur en septiembre de 1937.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Abuso del adverbio "como"

"Como" es un adverbio que ha pasado a ser una muletilla al ser unido, incorrectamente, al pronombre relativo "que".
A diario escuchamos "es como que me siento mejor", "anoche es como que nos divertimos mucho". Es moda, sobre todo entre la juventud, que cada día habla peor y utiliza menos palabras. Se usa constantemente pero está mal, la forma comparativa correcta es "como si":
"Llueve, es como si la suerte no nos acompañara".
" Es como si no hubiera oído nunca esa canción".

Un soneto de Neruda

(LXV, de "100 sonetos de amor" (1959)

Matilde, ¿dónde estás? Noté, hacia abajo,
entre corbata y corazón, arriba,
cierta melancolía intercostal:
era que tú de pronto eras ausente.

Me hizo falta la luz de tu energía
y miré devorando la esperanza,
miré el vacío que es sin ti una casa,
no quedan sino trágicas ventanas.

De puro taciturno el techo escucha
caer antiguas lluvias deshojadas,
plumas, lo que la noche aprisionó:

y así te espero como casa sola
y volverás a verme y habitarme.
De otro modo, me duelen las ventanas.

De Pablo Neruda dijo Jorge Edwards:
"Fue lírico y épico. Fue poeta de la naturaleza y poeta de la historia. Fue, además, desde sus comienzos, desde los poemas de la adolescencia provinciana, poeta del amor. Para muchos, quizá para la mayoría de sus lectores, la obra de Neruda quedó identificada con algunos poemas inolvidables de amor juvenil, con el "Poema 20" ("Puedo escribir los versos más tristes esta noche"), con "Farewell y los sollozos". La inspiración amorosa y erótica, sin embargo, no solo fue un rasgo de adolescencia y juventud: Neruda se mantuvo fiel al tema hasta sus últimos días.


viernes, 14 de septiembre de 2012

Un autor para releer: Manucho Mujica

Manuel Mujica Láinez es uno de los mejores autores argentinos, ya considerado clásico. Erudito en historia y en toda manifestación de cultura, sus novelas y cuentos siempre están vigentes aunque actualmente, como a tantos otros, se lo recuerde poco. Su prosa es riquísima, barroca, de largas frases. "Aquí vivieron" y "Misteriosa Buenos Aires" son como testigos literarios de la vida en nuestro suelo a través de los siglos. Manucho amaba el pasado e hizo lo posible por recrearlo. Sus novelas "La casa", "Bomarzo", "El escarabajo" nos pintan los años lejanos, algunos lejanísimos, con una maestría pocas veces vista en las letras universales. Mereció tal vez algún premio internacional importante que no obtuvo, pero en las buenas bibliotecas no faltan, no deben faltar esos libros. Entre tanta hojarasca pretendidamente literaria, Mujica Láinez es un sol que brilla y que no se apagará nunca.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Normativa del gerundio

Por su significado, el gerundio expresa anterioridad o sumultaneidad con respecto al verbo de la oración. No se puede usar para expresar posterioridad.
Ejemplo: "Sirvió el vino, compartiéndolo con su amigo". La frase es incorrecta.
Debe decirse: "Habiendo servido el vino, lo compartió con su amigo".
En este caso, el gerundio expresa anterioridad.
En los textos literarios se usa el gerundio a menudo, pero no es conveniente abusar, sino emplearlo cuando es necesario. La oración escrita de otro modo es más directa, contundente y valorizada. "Saliendo de su casa, se encuentra con la vecina". La frase es correcta, pero fea, no literaria, sin fuerza.
"Al salir de su casa se encuentra con la vecina" es rotunda y clara.


viernes, 7 de septiembre de 2012

Del gran poeta Francisco Luis Bernárdez (1900-1978)

(fragmento del poema "Estar enamorado", del libro "La ciudad sin Laura")

Estar enamorado, amigos, es padecer espacio y tiempo con dulzura.
Es despertarse una mañana con el secreto de las flores y las frutas.
Es libertarse de sí mismo y estar unido con las otras criaturas.
Es no saber si son ajenas o si son propias las lejanas amarguras.
Es remontar hasta la fuente las aguas turbias del torrente de la angustia.
Es compartir la luz del mundo y al mismo tiempo compartir su noche obscura.
Es asombrarse y alegrarse de que la luna todavía sea luna.
Es comprobar en cuerpo y alma que la tarea de ser hombre es menos dura.
Es empezar a decir siempre y en adelante no volver a decir nunca.
Y es además, amigos míos, estar seguro de tener las manos limpias.

martes, 4 de septiembre de 2012

RIMA LXII (Bécquer)

Primero es un albor trémulo y vago
raya de inquieta luz que corta el mar;
luego chispea, crece y se difunde
en gigante explosión de claridad.

La brilladora lumbre es la alegría;
la temerosa sombra es el pesar;
¡ay! en la oscura noche de mi alma,
¿cuándo amanecerá?

Gustavo Adolfo Bécquer nació en 1836 en Sevilla (España) y murió en Madrid en 1870. Pertenece al movimiento romántico, que se caracteriza por la manifestación de lo subjetivo: amor, odio, alegría, tristeza. En la Rima LXII el tono elegíaco transmite el dolor del poeta.